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La historia de Matilde Ortiz

Hola Soy Matilde, y tengo 77 años, os voy a contar algo realmente extraordinario que me ocurrió cuando tenia 3 años, en aquella época no había evolucionado la medicina tanto como ahora, y a la edad de 3 años me dio meningitis, mi padre fue a buscar a un medico para que pudiera curarme, y este le dijo que había una inyección que estaban experimentando con él, aunque tenía que comprobarlo de manera ilegal.

Me pusieron la inyección en la pierna, pero no surtió efecto y fallecí, durante 23 horas estuve muerta, mi padre fue avisar al cura para comunicarle de mi fallecimiento y que este viniera a darme la extrema unción.

A mi me pusieron en un ataúd, con un vestido celeste y lleno de flores, mientras una vecina me observaba, se dio cuenta que abrí los ojos, e inmediatamente me llevo a una habitación, yo desperté y me dirigí a mi madre para preguntarle por qué me había vestido tan guapa, y mi madre me dijo que como me gustaba tanto bailar pues decidió vestirme guapa.

Mi padre ante la sorpresa fue avisar al cura para decirle que desperté, e igualmente vino a verme para bendecirme porque no daba crédito.

Al poco tiempo fue a buscar al medico para decirle que había despertado, y vino a verme, a los dos o tres meses cogí una infección en la pierna, y a pesar de ir a varios médicos para que me curara, todos coincidían en que debía cortarme la pierna porque la infección que tenía no se podía curar, a lo que mis padres se negaron , ya que no quería que además de ser sorda, también tuvieses que cortarme una pierna.

Por aquella época vivía en el albaicín, y no había transporte, por lo que mi madre junto con una vecina tenía que desplazarse todos los días al centro a la plaza del Carmen donde estaba antiguamente la casa socorro, porque allí encontró un médico que podía curarme, abriéndome la pierna y sacando toda la infección, así estuve durante un mes yendo y viniendo, hasta que finalmente fui curada, dejándome la marca de una gran cicatriz.

Cicatriz que me marco en la adolescencia y sobre todo cuando tenia que ir a la playa pues me daba mucha vergüenza, por lo que mi madre me tapaba con una toalla para que no se viera, lo mismo me paso cuando me eche novio, que me moría de vergüenza, hasta que me acostumbre y lo importante como decía mi madre no era la cicatriz, sino que podía andar.

Así que vestida, no se veía ninguna marca…. y esta es mi historia.

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